El precio es una parte vital de todo producto o servicio brindado por una empresa, principalmente porque este posiciona lo que se está tratando de vender dentro de su mercado de consumo; sin embargo, para saber cuál es el precio adecuado, se deben tener en cuenta algunas variables como: mercado, costes, competencia, impacto y presencia de la marca, entre otras…

Seguramente, estando de compras o en el supermercado, has notado que los precios de ciertos productos son impares y siempre terminan en .99, pero ¿Alguna vez te has preguntado el por qué?

Es un truco de técnicas de ventas muy utilizado por empresas en todo campo de servicios o para venta de productos ya que brinda al consumidor una percepción/sensación de descuento sobre el valor original de algo. Muchas marcas de lujo utilizan este tipo de técnicas para realizar descuentos irrisorios sobre sus productos de alta gama, profundizando esa necesidad consumista de “oferta” en el subconsciente del consumidor, asi haciéndolo pensar que esta es la gran oportunidad de compra que “necesita”.

Según la investigación Penny Wise and Pund Foolish: The Left-Digit Effect in Price Cognition, los consumidores llegan a percibir que los precios que acaban en .99, son más baratos que aquellos que terminan en .00.

Esto sucede porque leemos de izquierda a derecha, y no es lo mismo leer 100€ que 99,99€. Al utilizar estos precios impares y no enteros, la segunda opción nos parece automáticamente más económica.

Al realizar una baja sobre la cifra total del precio, se consigue despertar una ilusión de reducción de precio, por lo cual el ofertar productos de esta manera, engaña tu percepción y hace pensar que tienes una mejor oferta. Esto se debe a que el cerebro humano tiene la capacidad de memorizar con mayor facilidad la cifra inicial, por lo cual, al disminuir el numero inicial, tu cerebro procesa el precio como sobre el primer número, aun cuando las fracciones de moneda (.99) sean solo un centavo menos que el valor original.

Por: Jose Manuel Fabrega