
Cerrando los primeros meses del año y el mundo de los videojuegos toma un giro inesperado: Microsoft compra Activision Blizzard. Por si comprar Bethesda por 7.500 millones de dólares fuera poco, la empresa va a pagar 68.700 millones de dólares por Activision Blizzard, quedándose así con franquicias como ‘Call of Duty’, ‘Diablo’ y ‘World of Warcraft’, entre otras.
La transacción va a ser clara y directa: 95 dólares por acción y totalmente en efecto. Así pues, el monto total asciende a 68.700 millones de dólares. Una barbaridad de cifra para un estudio que, curiosamente, no pasa precisamente por su mejor momento.
Con tres mil millones de personas que juegan activamente hoy en día y alimentados por una nueva generación impregnada de los placeres del entretenimiento interactivo, los juegos son ahora la forma de entretenimiento más grande y de más rápido crecimiento. Hoy, Microsoft Corp. ha anunciado sus planes de adquirir Activision Blizzard Inc. líder en el desarrollo de juegos y editor de contenidos de entretenimiento interactivo. Esta adquisición acelerará el crecimiento del negocio de juegos de Microsoft en móviles, PC, consolas y en la nube, y proporcionará bloques de construcción para el metaverso.
Cuando se cierre la transacción, Microsoft se convertirá en la tercera empresa de juegos del mundo por ingresos, por detrás de Tencent y Sony. La adquisición prevista incluye franquicias icónicas de los estudios Activision, Blizzard y King como «Warcraft», «Diablo», «Overwatch», «Call of Duty» y «Candy Crush», además de las actividades globales de eSports a través de la Major League Gaming. La empresa tiene estudios en todo el mundo con casi 10.000 empleados.
«El juego es la categoría más dinámica y emocionante del entretenimiento en todas las plataformas hoy en día y jugará un papel clave en el desarrollo de las plataformas metaversas», dijo Satya Nadella, presidente y CEO de Microsoft. «Estamos invirtiendo profundamente en contenido de clase mundial, la comunidad y la nube para marcar el comienzo de una nueva era de juegos que pone a los jugadores y creadores en primer lugar y hace que el juego sea seguro, inclusivo y accesible para todos.»