No es que este año el tiempo haya pasado más rápido. Es un truco del cerebro que alterna la percepción del tiempo.

A medida que nos vamos haciendo mayores, sentimos que el tiempo se comprime. Es decir, lo que de pequeño nos parecía una eternidad en términos de tiempo, en la edad adulta resulta más efímero. Los mismos 12 meses resultan eternos a alguien de 7 años, pero muy cortos a alguien ya que tiene 45 años.

La Memoria y el entusiasmo también influye en cómo actúa nuestra memoria. 

Para estimar cuánto tiempo ha pasado analizamos nuestros recuerdos, si no hemos acumulado muchos recuerdos en un tiempo determinado el cerebro interpreta que ha pasado poco tiempo. Cuanto más maduramos menos recuerdos atesoramos.

Este no es el único factor por que explica porque la navidad llega cada vez antes. La anticipación a las fiestas, la ilusión que nos generan, también hace que fluya más o menos lento.

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